martes, 28 de mayo de 2013

Vicenta Rodríguez de Richard: primera mujer comandante de policía a nivel nacional

Por: Jesús Anibal Cornejo

“A veces hace falta recordar; a veces uno se pone a recordar cosas. Por lo menos esa experiencia de haber llegado a ser comandante de la policía es algo inolvidable”. Así reflexiona Vicenta Rodríguez de Richard, una señora que día tras día se le pude ver atendiendo una pequeña bodega en Hacienda del Medio, populosa urbanización de Tucupita.

Y es precisamente eso lo que se persigue en este corto conversatorio: acudir a los recuerdos de una mujer ejemplar;  apegada  tan igual a sus proyectos de vida como al cuidado  y protección de la familia.
   


Nació en Manamito - asentamiento campesino deltano - un día de abril de 1949. Desde pequeña sus padres la trasladaron a vivir a  Tucupita y la pusieron a estudiar  en el grupo Escolar Petión. Ya adolescente, se fue  a Ciudad Bolívar: allí  se graduó de corresponsal en el Instituto de Comercio Dalla Costa  en el  año 1970.

Nueve años tenía cuando derrocaron al dictador  Pérez Jiménez. De la Tucupita de antes, dice que “han cambiado muchas cosas”; recuerda  claramente “un reloj que había cuando uno iba para el mercado por calle Tucupita, y unos chaguaramos que estaban en la Av. Arismendi”. También pertenece a ese  grupo tan numeroso  que aseguran categóricamente haber visto la estatua ecuestre de Bolívar en la plaza: “SÍ,  existía un Bolívar a caballo  que después lo cambiaron por uno  de pié”.
 
 En la década de los `70, muy difícil era ver una mujer formando parte de algún cuerpo policial.
     Sin embargo, Vicenta Rodríguez – que para aquel entonces tenía  23 años de edad -, ya había regresado a Tucupita y estaba en busca de un empleo. Recuerda que en  1972 estaban comenzando a formarse las primeras brigadas femeninas  de policía: “Fui a presentar   el examen de admisión y quedé seleccionada; de 14 muchachas, quedamos la mitad que fuimos las que fundamos la brigada, y luego pasamos a realizar  el curso”, cuenta con evidente orgullo. Entre las otras compañeras  que también fueron seleccionadas aquella vez,  permanecen en su memoria  los nombres: Rosa Osanna González, Rosa Cedeño, Juliana Gómez, Berta de Tocuyo, Lourdes Díaz…

De cómo le surgió a Vicenta la idea de ser policía, la misma relata que cuando tenía más o menos 16 años no había televisores en Tucupita, “pero oía por radio los desfiles en los días de fiesta nacional y me llamaba mucho la atención; quería formar parte de esas filas”.
     Después de haber aprobado el curso, el primer cargo que le  tocó ejercer fue el de “agente femenino”. De allí en adelante,  poco a poco fue ascendiendo: Cabo Primero, Sargento…
     Primera mujer comandante
La disciplina y deseo de superación de esta mujer deltana fueron la base fundamental para su pronto ascenso a la máxima posición dentro del estamento policial de la región – la otrora Comandancia General de Policía “José Antonio Páez” -. Sus palabras así lo testifican :“ A medida que fui ejerciendo diferentes funciones desde 1972, siempre luchando por las reivindicaciones del personal, en el año 1999, por ser la de mayor antigüedad y tener más méritos, me correspondió asumir el cargo de Comandante de la Policía hasta el 7 de septiembre de 2000; fue un período de transición. Imagínate tú, ¡la primera mujer comandante de policía  a nivel nacional!”.

Condiciones que debe tener un policía
Tener al frente a la primera mujer que ejerció el cargo de comandante de policía  en Venezuela, con rango de Comisario General, evidentemente  despierta mucha curiosidad periodística. Se le pregunta acerca de las características o condiciones que debe tener un funcionario o una funcionaria policial para que pueda cumplir cabalmente sus funciones. Al respecto, la interlocutora responde: “Se necesita mucha disciplina para ser un bien funcionario policial; también otros atributos: sacrificio, vocación de servicio, abnegación, honestidad; sobre todo, humildad”.
   
Vicenta Rodríguez de Richard, la mujer…
En diciembre de 1972 contrajo matrimonio con el entonces  inspector de la policía y también educador,   Teófilo Cesario Richard Olivero – ya fallecido -, con quien procreó  seis  hijos, incluyendo  una  difunta. Apegada a su familia, afirma que se mantiene al lado de sus hijos y nietos, acompañándolos y guiándolos.
Hoy día, después de haber estado sirviendo durante 32 años como policía, Vicenta de Richard está jubilada.

Está dedicada a su familia…
Se confiesa profundamente cristiana, “porque creer en Dios es la  única forma de uno tener esa fortaleza espiritual, esa forma de salir adelante”.

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