Por: Jesús Anibal Cornejo
“A veces hace falta recordar; a veces uno se pone a recordar cosas. Por lo menos esa experiencia de haber llegado a ser comandante de la policía es algo inolvidable”. Así reflexiona Vicenta Rodríguez de Richard, una señora que día tras día se le pude ver atendiendo una pequeña bodega en Hacienda del Medio, populosa urbanización de Tucupita.
Y es precisamente eso lo que se persigue en este corto conversatorio: acudir a los recuerdos de una mujer ejemplar; apegada tan igual a sus proyectos de vida como al cuidado y protección de la familia.
Nació en Manamito - asentamiento campesino deltano - un día de abril de 1949. Desde pequeña sus padres la trasladaron a vivir a Tucupita y la pusieron a estudiar en el grupo Escolar Petión. Ya adolescente, se fue a Ciudad Bolívar: allí se graduó de corresponsal en el Instituto de Comercio Dalla Costa en el año 1970.
Nueve años tenía cuando derrocaron al dictador Pérez Jiménez. De la Tucupita de antes, dice que “han cambiado muchas cosas”; recuerda claramente “un reloj que había cuando uno iba para el mercado por calle Tucupita, y unos chaguaramos que estaban en la Av. Arismendi”. También pertenece a ese grupo tan numeroso que aseguran categóricamente haber visto la estatua ecuestre de Bolívar en la plaza: “SÍ, existía un Bolívar a caballo que después lo cambiaron por uno de pié”.
En la década de los `70, muy difícil era ver una mujer formando parte de algún cuerpo policial.
Sin embargo, Vicenta Rodríguez – que para aquel entonces tenía 23 años de edad -, ya había regresado a Tucupita y estaba en busca de un empleo. Recuerda que en 1972 estaban comenzando a formarse las primeras brigadas femeninas de policía: “Fui a presentar el examen de admisión y quedé seleccionada; de 14 muchachas, quedamos la mitad que fuimos las que fundamos la brigada, y luego pasamos a realizar el curso”, cuenta con evidente orgullo. Entre las otras compañeras que también fueron seleccionadas aquella vez, permanecen en su memoria los nombres: Rosa Osanna González, Rosa Cedeño, Juliana Gómez, Berta de Tocuyo, Lourdes Díaz…
De cómo le surgió a Vicenta la idea de ser policía, la misma relata que cuando tenía más o menos 16 años no había televisores en Tucupita, “pero oía por radio los desfiles en los días de fiesta nacional y me llamaba mucho la atención; quería formar parte de esas filas”.
Después de haber aprobado el curso, el primer cargo que le tocó ejercer fue el de “agente femenino”. De allí en adelante, poco a poco fue ascendiendo: Cabo Primero, Sargento…
Primera mujer comandante
La disciplina y deseo de superación de esta mujer deltana fueron la base fundamental para su pronto ascenso a la máxima posición dentro del estamento policial de la región – la otrora Comandancia General de Policía “José Antonio Páez” -. Sus palabras así lo testifican :“ A medida que fui ejerciendo diferentes funciones desde 1972, siempre luchando por las reivindicaciones del personal, en el año 1999, por ser la de mayor antigüedad y tener más méritos, me correspondió asumir el cargo de Comandante de la Policía hasta el 7 de septiembre de 2000; fue un período de transición. Imagínate tú, ¡la primera mujer comandante de policía a nivel nacional!”.
Condiciones que debe tener un policía
Tener al frente a la primera mujer que ejerció el cargo de comandante de policía en Venezuela, con rango de Comisario General, evidentemente despierta mucha curiosidad periodística. Se le pregunta acerca de las características o condiciones que debe tener un funcionario o una funcionaria policial para que pueda cumplir cabalmente sus funciones. Al respecto, la interlocutora responde: “Se necesita mucha disciplina para ser un bien funcionario policial; también otros atributos: sacrificio, vocación de servicio, abnegación, honestidad; sobre todo, humildad”.
Vicenta Rodríguez de Richard, la mujer…
En diciembre de 1972 contrajo matrimonio con el entonces inspector de la policía y también educador, Teófilo Cesario Richard Olivero – ya fallecido -, con quien procreó seis hijos, incluyendo una difunta. Apegada a su familia, afirma que se mantiene al lado de sus hijos y nietos, acompañándolos y guiándolos.
Hoy día, después de haber estado sirviendo durante 32 años como policía, Vicenta de Richard está jubilada.
Está dedicada a su familia…
Se confiesa profundamente cristiana, “porque creer en Dios es la única forma de uno tener esa fortaleza espiritual, esa forma de salir adelante”.
martes, 28 de mayo de 2013
Henry Pulvet: Un DJ con talento, carisma y sencillez
Por: Jesús Cornejo
Henry Pulvet, cuyas iniciales lo proyectan en el mundo del espectáculo como “HP”, es un DJ muy apreciado en Delta Amacuro, no sólo por su talento, sino también por su carisma y sencillez. Joven versátil en los escenarios: no sólo buen DJ y locutor, sino también destacado cantante y animador de cuánto evento se le presente; además de su apego a los estudios universitarios, cuasi ingeniero en informática.
HP, una mezcla de animación, estudios canto y locución
“La música la llevo desde niño, desde que estaba en preescolar; pero en lo de DJ llevo aproximadamente cinco o seis años”, cuenta el entrevistado. Agregó que primero lo tomó como un pasatiempo, pero luego fue valorando su trabajo ya que le proporcionaba un buen ingreso monetario; tanto así, que ahora expresa convincentemente: “Para mí, ser DJ es lo máximo; cada vez que mezclo en una fiesta, mezclo como si fuera el último día de mi vida”.
Cuando se refiere al público lo hace con la mayor ponderación, ya que considera que “lo más importante es la gente, siempre tengo presente que lo mejor para cualquier DJ o artista es adaptarse al gusto de sus seguidores, respetar el público pues”. Tan igual disfruta el trabajar con un público “de cierta edad”, como cuando lo hace para una “rumba de chamos”. A propósito de la última expresión, aprovechó la ocasión para hablar de su programa radial “La rumba”, transmitido los viernes y sábados por Okey 104.9 FM, de siete a diez de la noche, “donde se prende la fiesta con lo mejor de las mezclas `HP´”.
Condiciones de un buen DJ
Como gran conocedor de su oficio, HP revela ciertos atributos que debe tener toda persona que se dedica a conocer el mundo rumbero activo; afirma que “el buen DJ tiene que compaginar con el público, ponerle a sonar la música que quieren y no la que uno desea; estar siempre a la vanguardia y, sobre todo, ser dinámico y tener variedad en cuanto a la discografía; también es muy importante tener oído musical, para que las mezclas salgan lo mejor posible”.
Un mensaje HP para la juventud
“A los chamos que quieran dedicarse al mundo de lo que es el DJ les digo que es algo que requiere de ciertos sacrificios, sobre todo los trasnochos; pero también muchas satisfacciones, conoces mucha gente y haces muchos amigos. Pero lo que más recomiendo es que no abandonen sus estudios, eso debe ser lo principal”.
Henry Pulvet, cuyas iniciales lo proyectan en el mundo del espectáculo como “HP”, es un DJ muy apreciado en Delta Amacuro, no sólo por su talento, sino también por su carisma y sencillez. Joven versátil en los escenarios: no sólo buen DJ y locutor, sino también destacado cantante y animador de cuánto evento se le presente; además de su apego a los estudios universitarios, cuasi ingeniero en informática.
HP, una mezcla de animación, estudios canto y locución
“La música la llevo desde niño, desde que estaba en preescolar; pero en lo de DJ llevo aproximadamente cinco o seis años”, cuenta el entrevistado. Agregó que primero lo tomó como un pasatiempo, pero luego fue valorando su trabajo ya que le proporcionaba un buen ingreso monetario; tanto así, que ahora expresa convincentemente: “Para mí, ser DJ es lo máximo; cada vez que mezclo en una fiesta, mezclo como si fuera el último día de mi vida”.
Cuando se refiere al público lo hace con la mayor ponderación, ya que considera que “lo más importante es la gente, siempre tengo presente que lo mejor para cualquier DJ o artista es adaptarse al gusto de sus seguidores, respetar el público pues”. Tan igual disfruta el trabajar con un público “de cierta edad”, como cuando lo hace para una “rumba de chamos”. A propósito de la última expresión, aprovechó la ocasión para hablar de su programa radial “La rumba”, transmitido los viernes y sábados por Okey 104.9 FM, de siete a diez de la noche, “donde se prende la fiesta con lo mejor de las mezclas `HP´”.
Condiciones de un buen DJ
Como gran conocedor de su oficio, HP revela ciertos atributos que debe tener toda persona que se dedica a conocer el mundo rumbero activo; afirma que “el buen DJ tiene que compaginar con el público, ponerle a sonar la música que quieren y no la que uno desea; estar siempre a la vanguardia y, sobre todo, ser dinámico y tener variedad en cuanto a la discografía; también es muy importante tener oído musical, para que las mezclas salgan lo mejor posible”.
Un mensaje HP para la juventud
“A los chamos que quieran dedicarse al mundo de lo que es el DJ les digo que es algo que requiere de ciertos sacrificios, sobre todo los trasnochos; pero también muchas satisfacciones, conoces mucha gente y haces muchos amigos. Pero lo que más recomiendo es que no abandonen sus estudios, eso debe ser lo principal”.
“Yoyo” Mendoza, artesano deltano que sufre la indiferencia del gobierno regional
Jesús Aníbal Cornejo
Tucupita.-
Pasearse por los vericuetos de una barriada popular puede acarrear muchos riesgos, y uno de los mayores - aunque Ud. no lo crea –, es que la vida nos sorprenda alegremente con la mágica creación artística de alguno de sus moradores. Como ejemplo de lo dicho se encuentra Jesús Gregorio “Yoyo” Mendoza, un escultor artesanal oriundo de Río Caribe, estado Sucre, y quien desde la infancia ha estado viviendo en Tucupita, “en una humilde vivienda levantada al final de la calle principal del barrio Palomino, a orillas de la Carretera Nacional”.
Sus esculturas, todas realizadas en madera y totalmente trabajadas manualmente -con la única ayuda de lijas, seguetas, navajas, formol y hojillas -, una vez finalizadas, se complementan con algunos elementos como vidrios, encajes y botones; “luego se barnizan en su totalidad para su duración y mantenimiento”.
Obras que cuentan historia
Entre las realizaciones escultóricas que tiene en su pequeña e improvisada galería – la salita de su casa de El Palomino, Tucupita - se pueden observar a muchos héroes de la historia venezolana, así como a otros personajes que, de una u otra forma, ya son universales: Simón Bolívar, Ezequiel Zamora en la Guerra Federal, “el rostro heroico del presidente Hugo Rafael Chávez Frías”; y hasta la escultura del periodista iraquí que le lanzó el zapatazo al expresidente norteamericano George W. Bush. También podría Ud. ver “los misteriosos lentes de Salvador Allende, presidente mártir de Chile; Che Guevara, colecciones de carros antiguos de la Segunda Guerra Mundial; teléfonos y radios antiquísimos”, entre otros artefactos.
“Pido ayuda a la Lcda. Berenice Del Moral”
Al parecer, José Gregorio “Yoyo” Mendoza no ha tenido la misma suerte de muchísimos artistas, a quienes el Estado les ha tendido la mano. “Además de escultor artesanal, soy T.S.U en Gestión Social graduado en la Universidad Bolivariana de Venezuela, cien por ciento chavista y bolivariano”, dice el creador popular, quien manifiesta sentirse “olvidado por la gestión de la gobernadora Lizeta Hernández; un artesano deltano que sufre la indiferencia del gobierno regional”. Por todo eso, “aprovecho la oportunidad que me da este periódico `El Deltano´ para pedir ayuda al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, y a la Lcda. Berenice Del Moral, Autoridad Única de Cultura en Delta Amacuro, para ver si es posible conseguir algún crédito para unos proyectos que tengo”.
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